Valverde puede llevar al Athletic a otro nivel que Marcelino

A 'rey muerto, rey puesto'. El entrenador de Careñes, Marcelino, se fue con la música a otra parte y el certificado que le garantizaba en Lezama sus 'derechos de autor'. 'Txingurri' Valverde, pues, debería partir de ese 'cero' suyo que le permitiera, sin renunciar a ser él mismo, llegar más lejos de lo que lo había hecho en sus dos periplos anteriores.

"Dejó el listón muy alto, Txingurri''. No se trataba de salto de altura, ni de pértiga. Esto es football. Vocablo tan inglés como el 'rock and roll' que Jon Uriarte asociaba al estilo de juego que debería utilizar el 'relevo accidental' de Marcelino García Toral. Nacía 'condicionada' la tercera etapa de Valverde en el Athletic Club.

Fiel al ideario del que 'sentó' la promesa como baza electoral, Ernesto, con mariposas en el estomago, batuta en mano, gesticuló y, de seguido, "la orquesta interpretó un rock and para que todos se pusieran a bailar".

El público, disfrutando de la mezcolanza de estilos que en el verde veía: leones "hacia atrás, hacia delante, a un lado y al otro". "La pureza está en la mezcla;  en la mezcla de lo puro que antes que puro fue mezcla". Pau Donés, regalándole su música a la 'grada de animación' para que repartieran 'jarabe de palo' a diestro y siniestro.

¿Una vuelta más al trabajo de Marcelino? Bai zera!

Ya de salida, renegando del estilismo del asturiano, 'Txingurri', al lío. 'Anarquista' vocacional. 'Anti sistema' declarado. 'Revolución en la Catedral'. Cual Robespierre con la mano fácil, no le tembló el pulso para 'guillotinar' a Dani García y Unai Vencedor, ese doble medio centro que en ElDesmarque Bizkaia se dio en llamar 'Los aliviadores de Marcelino'.

Vesga como stopper, del centro del campo hacia adelante todo era el eco reciente del 'rock and roll' de 'Fito' y el 'Heavy' potente e intenso de 'Metallica'. ¿No querías rock and roll? ¿El producto final de todas las músicas? ¡Cómo decirle que no al que se le había dado el 'Sí, te quiero'!

El Athletic iba a degüello como si no hubiera un mañana frente al Valencia de Gennaro Gattuso.

Sancet, Muniain, Iñaki Williams, Berenguer, Villalibre de inicio con su toque de trompeta convocando a De Marcos y a Yuri con su látigo. Todo parecía desorden. E incluso, caótico. Desorden 'ordenado'. Caos en el que el Athletic se movía a gusto en busca de la luz. Por fuera. Por dentro. Y tras cada pérdida, lanzarse como fieras hasta recuperar la pelota.

Un RCD Mallorca sometido por una presión asfixiante que Ernesto traía heredada de su estancia en el Camp Nou entrenando al 'FC Barcelona de Messi'. Si 'este Athletic' no se rompe por dentro jugando en todo momento a ritmo de 'rock and roll', superando su 'falta crónica de gol', el balón terminará besando la red porque 'no hay mal que cien años dure' tras la retirada del 'Zorro' Aduriz.

· Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista