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Es Noticia

Una paliza inesperada (64-81)

Lessort realiza un mate durante el Unicaja-Baskonia.
ElDesmarque

El último en casa de 2018 fue, quizá, el peor de todo el año. La racha de 11 victorias oficiales esta temporada en Málaga sufrió un puntapié del Baskonia, que endosó una derrota que lindó con la humillación. Ni rastro del Unicaja que ha encandilado esta temporada. Frágil, temoroso, desacertado, con miedo... Irreconocible. El marcador (64-81) es magnánimo con el equipo malagueño.

No hubo nada que rescatar en el partido. Fue una exhibición baskonista y el Unicaja se dedicó a mirarla. El partido empezó con el pie torcido para el Unicaja. Un error a la hora de inscribir el cinco inicial propició que tuviera que salir Viny Okouo en lugar de Jaime Fernández, el 2 en vez de el 3. Y el Baskonia comenzó más enchufado para dispararse con un 0-12 de salida que obligó a Casimiro a pedir un tiempo muerto.

Tardó cinco minutos en anotar un punto el Unicaja, que empezó a meter tras un mate de Lessort a pase de Roberts. Un par de buenos tiros de Wiltjer recortaban (11-16), pero volvía a estirar el Baskonia al final del primer cuarto (12-20).

La tónica no cambiaba en el segundo cuarto. El Baskonia era más grande y más fuerte y estaba desatado, repleto de confianza. Al Unicaja se le iba empequeñeciendo el aro, no había rastro del juego fluido y alegre. Iba a punto por minuto jugado. Y el Baskonia volaba tras dos triples consecutivos (14-30) que obligaban a otro tiempo muerto de Casimiro.

Hasta la frontera de los 20 (14-33) llegó el Baskonia. Un tapón de Lessort a Vildoza tras robo del argentino levantó al Carpena. Y se abrió ahí una espita por la que pelear. Apenas metía canastas fáciles el Unicaja, que tampoco podía correr. Se intentaba meter en el partido, pero el 0-12 de inicio lastraba demasiado (31-45 al descanso).

La impotencia siguió tras el descanso, no hubo manera de arreglar el desastre. La diferencia se propulsaba por encima de los 20 puntos y el Unicaja no tenía ninguna respuesta en el peor partido del año, probablemente de todo 2018. Tal y como había jugado el equipo era inexplicable lo que se veía.

Pero sí, un borrón para romper una racha de 11 victorias seguidas en casa, desde que comenzó la competición oficial, que no gusta. Hay que conceder el beneficio de la duda, del mal día, por todo lo bueno que ha hecho el Unicaja hasta ahora. Pero también es una alerta. Por si hay que fichar o por si hay que ponerse las pilas.

Unicaja (12+19+15+18) 64: Roberts 18, Milosavljevic 0, Wiltjer 5, Lessort 6 y Okouo 2 -quinteto inicial-. Fernández 8, Díaz 0, Salin 4, Díez 8, Shermadini 8 y Waczynski 5.

Baskonia (20+25+24+12) 81: Huertas 9, Janning 13, Shields 7, Voigtmann 11 y Poirier 8 -quinteto inicial-. Vildoza 14, González 0, Diop 11 y Hilliard 8.

Árbitros: Pérez Pizarro, Rial y Bultó.

Incidencias: Encuentro de la 13ª jornada de la Liga Endesa 2018/19, disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 8.900 espectadores.

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