Viny, una aparición inesperada

Nadie fuera del Unicaja Baloncesto esperaba una irrupción como la de Viny Okouo en el primer partido de la final de la Eurocup en Valencia. Pero muchos en el equipo y en el club, quienes trabajan día a día con él, aseguran que actuaciones como esas serán frecuentes a no mucho tardar. El pívot congoleño madura a fuego lento, pero con paso seguro, entrenando cada día con los pivots cajistas.

 
Okouo, que en anteriores partidos se había mostrado fallón e impreciso cuando Plaza le dio minutos, seguramente por exceso de ganas de agradar, compitió muy bien en 10 minutos en Valencia. Metió cinco puntos, cogió cuatro rebotes y tuvo presencia defensiva, le colocó un gran tapón a Oriola, con quien se emparejó. Plaza reservó para Omic la amarga tarea de frenar a Dubljevic, algo que consiguió durante muchos minutos antes de que emergiera para decidir.
Llama la atención que la mejor versión de Viny se vea en el escenario más exigente posible, en una final. Con sus 2.14 metros, en dos semanas cumplirá 20 años y ya aparece en previsiones del draft para años venideros. En pretemporada dio buenas muestras de su potencial ante Madrid y Fenerbahce en el Costa del Sol. Tuvo algún destello en ausencias de N'Diaye o Musli, pero sin continuidad en su primera temporada completa en el primer equipo.
No se espera un protagonismo alto de Viny en una final, pero unos minutos de calidad para que no baje el nivel del equipo cuando Omic no esté pueden ser capitales para mantener al Unicaja en el partido. Mientras, Okouo sigue trabajando, pulido por Boni Ndong, que le recomienda no comer basura y que intenta mejorar su juego de pies.