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El Madrid sólo se plantea la victoria por obligación, devoción y necesidad

El Real Madrid juega en casa con el Barcelona en la Euroliga y sólo se plantea el escenario de la victoria, manejando los supuestos de obligación, devoción y necesidad como los más importantes.En enero y en la cuarta jornada del Top 16, ningún partido es definitivo, o dicho en palabras de Sergio Rodríguez. "Estamos en enero y los resultados no son definitivos pero sí muy importantes".
El pasado 27 de diciembre se jugó el primer clásico de la temporada, también en Madrid, y el Barcelona asaltó el fortín madridista por 84-91. Ahora, menos de un mes después llega la posibilidad de equilibrar las cosas.
Otro considerando es que en Euroliga, en el Top 16 y en grupo de la muerte ganar en casa es fundamental, máxime si por diversas circunstancias hay que jugar cuatro partidos seguidos en pista propia (lo que indefectiblemente obligará a jugar cuatro seguidos fuera en la segunda vuelta y muy cerca de la clasificación para los cuartos de final).
La falta de pretemporada, el cansancio de la mayoría de los jugadores y las lesiones en jugadores claves como Rudy Fernández y Sergio Llull han condicionado a un equipo que se ha mostrado, hasta la fecha, irregular, vulnerable y débil.
Varias han sido las derrotas que ha sufrido el equipo de Pablo Laso, tanto en España como en Europa, pero un dato inquietante es que todavía no ha ganado a un equipo grande. Perdió en España con Barcelona, Laboral Kutxa y Valencia y en Europa con Khimki (2 veces) y Fenerbahce.
Todavía no ha tenido el Real Madrid una gran victoria ante un gran equipo y el Barcelona se presenta ahora como ese gran rival que pude cambiar las cosas.
Las bajas de Rudy Fernández y Sergio Llull han sido más que importantes para un equipo que no ha tenido buenas sensaciones desde que comenzó la temporada. El club ha tenido que fichar, Maurice Ndour y KC Rivers, y está teniendo que ir arreglando cosas sobre la marcha y con dos partidos semanales, viajes a parte.
Una vez dicho todo esto, el Madrid no tiene mucho más margen de error, al menos en la Euroliga. La clasificación para cuartos de final está cara y perder en casa sería un paso atrás más que importante.
Si, además, se añade que sería la segunda derrota ante el Barcelona, la cosa pasa a mayores por la inseguridad, comentarios y falta de apoyos que originaría.
De ahí que el Madrid sólo se plantee la victoria mucho motivos y por tres fundamentalmente: por obligación, siempre hay que intentar ganar al gran rival; por devoción, tras la primera derrota en el clásico en la Liga doméstica; y por necesidad, para no complicarse en exceso la vida en el mes de enero.

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