Se la jugarán en Moscú
El Valencia Basket cayó ante el Khimki Moscow Region en la ida de los cuartos de final de la Eurocopa por 75 a 76, pero en el último cuarto una defensa zonal y la aparición de Luke Harangody y Vladimir Lucic le permitió reducir de trece a sólo uno los puntos que deberá remontar.
El conjunto ruso dominó con solvencia los tres primeros cuartos del encuentro con una superioridad física evidente pese a su corta rotación y con Tyrese Rice aportando los puntos que necesitaba para despegar pero cuando parecía tener la eliminatoria en su mano la zona local le desconectó casi por completo.
El encuentro arrancó igualado. Con un quinteto muy físico, el Khimki trató de amedrentar a los locales y de volcar su juego sobre el poderoso Paul Davis, pero la baja efectividad del estadounidense le impidió sacar rédito de su puesta en escena y permitió a los locales no sentirse avasallados.
Vivir del triple
El Valencia entendió que para contrarrestar debía apostar por la movilidad y durante unos minutos le dio resultado. Pero Rimas Kurtinaitis movió sus piezas y la salida de Koponen y James Augustine igualó la velocidad de ambos equipos y le obligó a vivir de los triples, un territorio cómodo pero con más riesgo (20-17, m.10).
El equipo de Carles Duran perdió algo de impulso y al bajar las revoluciones multiplicó sus pérdidas y vio como sus porcentajes se despeñaban, un vacío que aprovechó Rise para poner por delante al conjunto ruso capitalizando durante muchos minutos los ataques visitantes (21-26, m.13).
Superado por el despliegue físico ruso, el Valencia se mostró impreciso en la circulación de pelota y las pérdidas lastraron su confianza. Por momentos la recuperó gracias a las valientes penetraciones de Van Rossom y a una defensa más adelantada pero el Khimki no se dejó ir y llegó al descanso con el choque controlado (35-41, m. 20).
Mejor en la segunda mitad
El paso por los vestuarios renovó las fuerzas de los visitantes, que volvieron a ganar el pulso físico en el arranque del tercer cuarto (40-50, m.24). Falto de alternativas en ataque, el Valencia se refugió en la defensa y en algunos triples de Ribas y Sato a la espera de que el desgaste pasara factura al Khimki.
Pero el bajón no llegaba, el corajudo Vyaltsev dio un nuevo impulso a los visitantes y los locales, impotentes, se enredaron en el desconcertante criterio arbitral hasta empezar a ver en riesgo no sólo el partido sino la eliminatoria (52-65, m.30).
La zona resultó al fin
La salida de un incisivo Lucic y de un inspirado Harangody renovó la energía de los locales y Duran trató de cambiar el guión con una defensa zonal que desconcertó al equipo ruso y que metió en el partido al Valencia y a la Fonteta (68-74, m.36).
Con Harangody apareciendo una y otra vez a la espalda de la defensa visitante y cinco puntos seguidos de Van Rossom, el Valencia se encontró en disposición de luchar por la victoria. Una canasta de Rice dio aire al negado Khimki pero Lucic tuvo tres tiros libres para empatar el duelo, aunque sólo pudo anotar dos y dejó en un solo punto la desventaja final del conjunto valenciano, que irá a Rusia a por todas.