Germán Gabriel siempre será un júnior de oro, pero de niño no tiene nada. Al margen de sus 34 años, sus palabras demuestran que su madurez no es sólo deportiva, también personalmente. No es habitual ver a un deportista de élite moverse en ciertas líneas de pensamiento. Pero es que Gabriel nunca fue uno más. El zurdo estuvo en el programa Zona Verde, de 101 Televisión Málaga, y dejó cosas muy interesantes.
Sorprende lo claro que tiene el pívot del Unicaja cuáles deben ser los objetivos: "El objetivo no es terminar líderes de la fase regular. Sabíamos que mantener el liderato era difícil y hay dos grandes potencias pisando los talones como Madrid y Barcelona. No miramos la clasificación ni de la ACB ni de la Euroliga. Hay que seguir manteninendo la línea de ofrecer un nivel muy buen en cada partido los 40 minutos. En Manresa se vieron dos partidos diferentes y eso no puede ser. ¿La final? Siempre hay opciones, pero es algo que ni nos planteamos. A veces se generan expectativas innecesarias que cuando no lo consigues son piedras que añades a la mochila".
Explica el pívot que Manresa tiene un gran entrenador y da sus razones para explicar la derrota: "Lo que nos pesó en Manresa fue no mantener la línea, y es lo que no queremos como equipo. No estamos pendientes de la clasificación. Nos vimos desbordados por un juego muy alegre de ellos y no supimos reaccionar".
Sobre su rol, Germán está jugando más de lo que esperaba: "Cuando ficho me dicen que no soy de relleno, sino que vengo para ser una pieza importante del equipo. Me he adaptado rápido, venía bien físicamente". Además añade que con esos compañeros es normal: "El grupo humano es excelente, que pocas veces se ve un grupo humano así. No hay egos en el vestuario, hay mucha ayuda de los unos a los otros y sabemos lo que somos".
También tuvo palabras para los protagonistas de la pelea entre jugadores del Laboral Kutxa y el Bilbao Básket: "Lo que pasó fue inaceptable, el baloncesto debemos transmitir ciertos valores y no se puede dar esa imagen a jóvenes para los que somos referentes". Y sorprende porque recuerda que empezó periodismo pero lo tuvo que dejar para poder ser profesional, sin embargo..: "Estoy a punto de terminar un grado de Multimedia, estoy a dos semestres. Cuando me retire quiero seguir vinculado al baloncesto, pero con 28 años me di cuenta de que un deportista necesita una carrera universitaria. La burbuja en la que vivimos los deportistas es irreal y decidí estudiar y cuidar mi alimentación. Un grado no me dará un trabajo, pero ayuda. No te puedes retirar sin haberte sacado una carrera, estoy contento por tener una titulación".
En el plató de 101 Televisión había una amplia representación del Club Baloncesto Ciudad de Melilla, que participa en el concurso de Endesa 'Basket Lover'.
Aconsejó bien a los chicos para que dedicasen sus esfuerzos a estudiar antes que cualquier otra cosa y recordó cómo de duro era su día a día en su etapa de estudiante en Maristas.
Se cruzó una llamada con Berni Rodríguez, su "hermano". Dijo que le gustaría volver a jugar con él, algo que casi ocurre porque estaba valorando irse a Sevilla. Pero llegó el Unicaja... "A la hora de llegarme la oferta del Unicaja ya estaba firmada y bajándome en coche desde Bilbao. La estabilidad que te da el Unicaja... No podía imaginar que me llamaría el líder de la ACB. Yo quiero seguir jugando, vengo a ayudar, he tenido una carrera jugando mucho pero estoy preparado para otros tipos de roles. Es un sueño volver a Málaga a estas alturas y tener minutos, un suelo al nivel de debutar con la Selección a los 33 años".