Nick Kyrgios, genio y figura
El australiano Nick Kyrgios dejó su impronta en Wimbledon, torneo en el que el año pasado derrotó al español Rafael Nadal y en el que en esta edición quedó apeado en los octavos de final ante el francés Richard Gasquet, por 7-5, 6-1, 6-7 (7) y 7-6 (6).Los 23 saques directos de Kyrgios no fueron suficientes para que el australiano pagase el peaje a los cuartos de final. El tremendo saque del verdugo de Nadal en 2014 sirvió de poco esta vez, aunque hubo un momento que Nick atormentó a Gasquet con su mejor arma.
No obstante, el australiano se mostró errático y fuera del partido en varias ocasiones. En una de ellas, se fue a abrazar a uno de los recogepelotas de la pista, que actuó con mucha disciplina y se mantuvo quieto y firme, aunque luego correspondió al abrazo del "aussie", y en otra, el jugador de Camberra estuvo indolente y fuera del partido, cuando apenas restó y dejó que Gasquet conectase un "ace" sin moverse.
El final del partido fue de anuncio, cuando Kyrgios asestó un gran servicio y Gasquet solicitó Ojo de Halcón. El francés estaba tan desesperado por acabar el encuentro que juntó las manos y rezó al cielo para que la bola fuera mala. La técnica demostró que efectivamente, el segundo saque del australiano no había entrado y Kyrgios perdió el partido con su décima doble falta. Gasquet sonrió entonces. EFE.