Nadal no falla y mantiene viva la llama de la esperanza
Rafa Nadal de nuevo volvió a empatar la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis al vencer en tres sets a Alexander Zverev (6-1, 6-4 y 6-4). El mallorquín sumó el segundo punto de España ante Alemania en otro partido épico, de los que hacen afición, de los que nos tiene tan acostumbrados. No en vano, ya es el jugador de la historia con más victorias consecutivas en la competición al acumular 24.
El mito de Manacor empezó imperial, endosándole un break en el primer juego al alemán y cerrando el primer set en 34 minutos con un contundente 6-1. Zverev quería, lanzaba auténticos zambombazos con su derecha, pero Rafa no es Ferrer. El mallorquín daba tantos ganadores desde el fondo de la pista como en número 4 del mundo. Además, cuando entraban en materia y empezaban las dejadas, lo humilló sin compasión. Ahora cortada, ahora te destrozo el revés, después de la cruzo. Vamos, un espectáculo.
Lucha denodada en el segundo set
Tras un nuevo break en el primer juego del segundo set a favor del español, Zverev cabeceaba, pero estos germanos son duros y sacó adelante los dos siguientes juegos. Casi una hora tardó el rival en ponerse por delante en el marcador. Claro, la alegría ante Rafa Nadal siempre dura poco. El español volvió a romper el servicio del teutón, se apuntó el siguiente juego y se marchó en el marcador para terminar anotándose el segundo set por 6-4.
Espectáculo en el tercero
En la tercera y, a la postre definitiva manga, Nadal se empezó a gustar. A las dejadas de Zverev -que ya tiraba la raqueta al suelo- las contestaba con una contradejada aún mejor; a las escasas subidas a la red del germano les contestaba con unos paralelos mágicos que arrancaron los olés de los espectadores. De nuevo, un break en el segundo saque de su rival lo puso en ventaja.
A estas alturas de partido, Sasha era una marioneta en manos del español y del sol valenciano. El espigado tenista se movía al son que marcaba el español. Y es que Rafa apenas cometía errores y, como es él, llegaba a todas. Eso un rato se aguanta, pero todo un partido es imposible. El mejor deportista español del momento volvió a romperle el servicio a Zverev con golpes magistrales y una doble falta con la que parecía entregar el duelo. Nada más lejos de la realidad.
El alemán, mucho más joven, sacó fuerzas de la flaqueza para romperle el servicio a Rafa, apuntarse el propio y apretar el marcador hasta 4-3. Ahí emergió el público de Valencia y el pundonor del mallorquín para volver a apretar los dientes y terminar llevándose el tercer y definitivo set por 6-4 tras haber desesperado de nuevo a su oponente, que braceaba entre cabreado y resignado.
Y es que, en poco más de dos horas el líder español había sentenciado al alemán y encendía de nuevo la llama de la esperanza al empatar la eliminatoria. David Ferrer deb
Fotos de Alberto Iranzo.