Volkswagen Golf GTI, un mito que vuelve a rugir

Generación tras generación, el Golf GTI es la referencia entre los compactos deportivos. En Volkswagen lo saben y no han querido esperar mucho para mostrar la séptima entrega del que, a buen seguro, será uno de los coches más deseados a partir de la primavera de 2013.

El Salón de París fue el marco elegido para la revelación del prototipo, aunque como podéis ver en las imágenes está tan acabado que al 95% podemos asegurar que será así la versión de producción. Esta nueva hornada mantendrá algunas de las señas de identidad tradicionales del GTI, pondrá algún toque de originalidad y ofrecerá posibilidades nuevas sobre todo en la dinámica del vehículo.
Quizá una de las grandes sorpresas es que contará con un paquete prestacional que permitirá contar, de salida, con dos potencias diferentes. El GTi “base” elevará el rendimiento del dos litros TFSi de 210 a 220 CV, manteniendo unas prestaciones sobresalientes (246 km/h, 6,6 segundos para el sprint de 0 a 100 km/h). Para los que no queden satisfechos, podrán pedir el pack “Performance”, que extrae otros diez caballos más para alcanzar las cifras mágicas de 250 km/h de punta y los 6,5 segundos en aceleración.
Pese a la mejoría de prestaciones, los cambios aplicados al TFSi le permiten reducir el consumo nada menos que en 1,3 litros de promedio. La versión de 220 caballos se conforma con 6 litros cada cien kilómetros y emite solo 140 gramos de CO2. La tecnología recibida (entre otros elementos, el Start-Stop) le permite cumplir con la normativa anticontaminación Euro6 que será obligatoria en 2014.

Además de los elementos dinámicos habituales del GTI (chasis deportivo con altura rebajada en 15 mm., neumáticos más anchos) Volkswagen estrenará en esta nueva generación algunos sistemas novedosos. Uno de ellos es el diferencial de deslizamiento limitado para el eje delantero, encaminado a optimizar la tracción y reducir el subviraje y el otro es la dirección asistida progresiva, que permite adecuar el giro del volante a cada situación de conducción.
La parte mecánica es la que más van a disfrutar sus compradores, pero el Golf GTI tiene un tratamiento estético especial que le da buena parte de su peculiar personalidad. Por ejemplo, con la banda roja que cruza la parrilla en nido de abeja (y que en el GTi 7 se extiende a los faros), las pinzas de freno en el mismo color o las siglas GTI en las aletas, un rasgo nuevo de esta generación. También destaca la parte inferior del paragolpes con faros antiniebla de led decorados con tres láminas aerodinámicas de plástico en negro y, ya en la zaga, la doble salida de escape cromada.

En el interior domina la ya tradicional tapicería de tela a cuadros y el no menos clásico pomo del cambio con forma de pelota de golf, el volante deportivo con costuras en rojo, que se extienden también a otros lugares del habitáculo, las molduras decorativas exclusivas para este modelo o el cuadro de relojes deportivo.