Siete años del éxtasis español

Este 11 de julio de 2017 se cumplen siete años de un hito que cambió para siempre la historia del fútbol español: la conquista del Mundial 2010 en Sudáfrica por parte de la selección.

 
Tras la conquista de la Eurocopa en Austria y Suiza dos años antes, con una exhibición de juego, el primer Mundial en la historia de África se presentaba como la gran oportunidad española para lograr un título con el que todo un país había soñado décadas y décadas.
La final fue en Johhanesburgo, ante Holanda, después de un duro camino que comenzó con derrota frente a Suiza. Sin embargo, España supo recuperarse y las victorias ante Honduras y Chile sirvieron para poner a España en la ronda de eliminatorias. Allí, Portugal, Paraguay y Alemania cayeron por 1-0 antes del partido que decidiría a un nuevo campeón del mundo.
Enfrente, una selección tulipán que se llevó por el camino a la otra gran favorita, Brasil, basando su poderío en dos futbolistas, Sneijder y Robben, que llegaban a la cita en plenitud física. Sobre todo el primero, máximo goleador del torneo junto a David Villa, Muller y Forlán, dispuesto a coronar un año en el que había logrado el triplete con el Inter de Mourinho.
Iker Casillas en la portería; Sergio Ramos, Gerard Piqué, Carles Puyol y Joan Capdevila en la línea defensiva, centro del campo para Sergio Busquets, Xabi Alonso, Xavi Hernández y Andrés Iniesta con Pedro Rodríguez y David Villa en la delantera. Ese era el once encargado de buscar el primer oro para España en una Copa del Mundo, con Vicente del Bosque como sustituto de Aragonés al frente del equipo.
El partido comenzó con dominio español, y ocasiones para Sergio Ramos y Villa detenidas por Stekelenburg. Pero los 'tulipanes' tenían bien clara su función, y comenzaron a repartir todo tipo de entradas. Los holandeses vieron nueve amarillas durante todo el partido, dejando para el recuerdo la tremenda patada de 'kung-fu' de De Jong al pecho de Xabi Alonso. Los jugadores españoles no daban crédito a la permisividad del colegiado inglés Howard Webb.
España defendía con seguridad, como durante todo el torneo, pero a la hora de partido se produjo lo que habían estado intentando evitar todo el partido: que Robben se marchara por velocidad. El extremo del Bayern sorprendió a Piqué y Puyol llegando solo al mano a mano frente a Casillas, y ahí un pie de genio del meta de Móstoles salvó un gol cantado para mantener la esperanza de la Roja.
En la prórroga, después de otro susto de Robben, llegó la expulsión de Heitinga, pero el tiempo se acababa y la lotería de los penaltis acechaba sobre el Soccer City. Y ahí llegó un tanto inolvidable para casi 50 millones de personas.
Jesús Navas recogió la pelota en la banda derecha, iniciando una carrera hasta llegar a terreno 'oranje', hasta que la pelota llegó a Cesc Fábregas previa combinación con Iniesta. Fernando Torres recogió la pelota en la banda izquierda, y lanzó un centro al área que rechazó Van der Vaart. Sin embargo, Cesc recuperó la pelota y vio solo a Iniesta dentro del área. El manchego recibió la pelota y controló antes de lanzar un disparo cruzado que encogió el corazón de millones de españoles. Stekelenburg no pudo detener el balón y toda España gritó como nunca un gol que hizo posible el sueño: España se coronaba por primera vez campeona del mundo.