Los intocables del Leganés

El Leganés arranca un nuevo curso -su segundo consecutivo en Primera división- con el objetivo principal de mantener la categoría, de seguir codeándose con los equipos más grandes del panorama futbolístico nacional. La directiva pepinera ha llevado a cabo refuerzos necesarios para ello, pero el eje principal del equipo, los considerados intocables, ya formaban parte del equipo madrileño el pasado curso.

En la zaga del Leganés, Diego Rico aparece como uno de los hombres que serán fijo en los esquemas semanales del técnico Asier Garitano. A sus 24 años, el lateral zurdo fue clave el pasado curso tras llegar procedente del Real Zaragoza. Su compromiso y derroche sobre el césped están fuera de toda duda. El burgalés participó en 25 encuentros la pasada campaña, acumulando más de 2.000 minutos.
Rubén Pérez es el nombre propio en la sala de máquinas del Leganés. El mediocentro volverá a jugar en el conjunto pepinero en calidad de cedido por el Granada, al igual que la pasada temporada. Después de 30 encuentros con los leganenses el pasado año, su titularidad es indiscutible.
Szymanowski se erige como uno de los puñales del equipo otro año más. El argentino es un jugador desequilibrante por naturaleza, con olfato de área y con peligro cada vez que tiene el balón entre sus pies. Cumple su tercera temporada enrolado en el conjunto madrileño, con el que ya ha anotado una veintena de goles.
En punta de lanza estará de nuevo Guerrero. El toledano cumple su segunda temporada en el club. Quizá el gol no es la principal virtud del atacante, pero su fortaleza y lucha ante las defensas rivales lo convierten en otra pieza indiscutible en el esquema del Leganés.