El playoff de ascenso a Primera y su pronóstico imposible

El ascenso de categoría se ha convertido con el paso de los años en lo equivalente a un título para muchos clubes, más aún si cabe debido a la dificultad de las fases de ascenso que imponen sobre todo en Segunda División B y Tercera la RFEF, con varias eliminatorias de liguilla a doble partido.

En el caso de la Segunda División, la LFP decidió implantar en la temporada 2010-11 una fase de ascenso con el premio de una plaza en Primera División, con el objetivo de otorgarle mayor competitividad a una liga en la que ascendían los tres primeros clasificados y en muchas ocasiones del sexto o séptimo puesto hasta la parte inferior de la mitad de la tabla no había nada en juego.
De esta forma, los últimos tres equipos que ascendieron de forma directa a la Liga BBVA fueron la Real Sociedad, el Hércules y el Levante en junio de 2010, y fue al año siguiente cuando se impuso el nuevo formato de ascenso en el que del tercer clasificado al sexto se jugarían la última plaza para jugar en Primera, a modo de dos eliminatorias a doble partido (semifinales) y una última que decidiría el campeón (final).

El tercero se enfrentaría al sexto y el cuarto frente al quinto, siempre con ventaja de campo para el mejor clasificado en ambas y en la final.
Desde entonces, se ha discutido mucho sobre el nuevo método, que parece que funciona en cuanto a emoción y competitividad se refiere, ya que analizando las cinco fases de ascenso que se han llevado a cabo desde que se implantó, es muy difícil pronosticar un favorito claro y ni mucho menos el tercer clasificado, presumiblemente el que llegaría con más ventaja al haber conseguido mayor número de puntos, puede confiarse en este tipo de partidos.
De hecho, solo en dos ocasiones de las cinco disputadas ha sido el tercero el que se ha llevado el 'gato al agua' y ha ascendido a Primera. Valladolid, en 2012 y Almería en 2013 han sido los que demostraron su regularidad en liga y se impusieron a los cuatro rivales que finalizaron en la competición por detrás de ellos. Sin embargo, los otros tres terceros no pueden decir lo mismo.
De las cinco fases de ascenso disputadas, solo en dos ocasiones el tercer clasificado logró el billete a Primera División
Granada (2011), Córdoba (2014) y Las Palmas (2015) lograron el ascenso sin haber cosechado anteriormente la mejor de las clasificaciones en lo que al playoff se refiere, es decir, ninguno tuvo ventaja de campo en alguna de sus eliminatorias y pudieron finalmente lograr la hazaña.
El conjunto nazarí había quedado quinto en la campaña 2010-11, por detrás de Barcelona B, que no podía ascender, y Elche, al que se enfrentó en la final por el ascenso, batiéndole gracias al marcar fuera de casa (0-0 en Los Cármenes y 1-1 en Elche), dando la sorpresa en esta primera edición.
Por su parte, el ascenso del Córdoba fue una gran 'campanada' no solo por el hecho de que lograra la machada habiendo sido séptimo en liga (de nuevo el Barça B fue tercero), sino por ese tanto inolvidable de Uli Dávila en el último segundo en el estadio Gran Canaria ante una Unión Deportiva Las Palmas que ya celebraba el ascenso en el tiempo de descuento. Esa temporada, sexto y séptimo eliminaron a Sporting y Murcia y se enfrentaron en la final por el premio.
El equipo insular se recuperó del gran golpe sufrido y a la temporada siguiente sí pudo conseguir el ansiado objetivo, aunque tampoco lo hizo siendo tercero en la liga regular, sino cuarto por detrás de un Girona al que increíblemente le pasó factura la decepción del último encuentro liguero cuando perdió el ascenso directo en el descuento ante el Lugo. El Zaragoza, que se había metido en el playoff en la última posición clasificatoria, remontó un 0-3 de forma inesperada y disputó la final ante el cuadro insular, al que estuvo a punto de imponerse si no llega a caer en la vuelta.

Así, queda prácticamente demostrada la dificultad de hacer un pronóstico claro en esta fase de ascenso, al igual que en el resto de categorías. Pero resulta muy curioso que en el caso de la Segunda División, los últimos en clasificarse suelen llegan mejor a los duelos que el tercero, dicho sea de paso que normalmente si éste último se está jugando el ascenso directo y no lo consigue, afronta la promoción con menos motivación que el resto de rivales, algo que no puede servir de excusa para explicar dicho fenómeno.
Incluso si dicho tercer clasificado tiene una ventaja considerable sobre sus perseguidores no podría ser considerado como injusto al tener que demostrar su superioridad en las eliminatorias finales.
Esta temporada, la igualdad es la tónica evidente en la parte alta de la clasificación, siendo el Alavés el principal favorito al ascenso, ya que es el líder de la categoría con tres puntos de ventaja sobre el Leganés, tercero.
Esta campaña resulta más complicado si cabe elegir un favorito, con cuatro equipos dentro de la promoción en tan solo cuatro puntos de diferencia
Eso sí, el Nástic es segundo solo un punto por detrás del líder, y dos por encima del playoff, que de momento lo conforman el conjunto madrileño y Alcorcón, Osasuna y Córdoba en un triple empate a 61 puntos, solo uno por encima de Girona y Zaragoza, séptimo y octavo clasificado, y dos del Oviedo, noveno.
Y es que hasta prácticamente el décimo (Elche, 56 puntos) de la tabla existen posibilidades reales, aunque difíciles, de meterse en la fase de ascenso, una motivación para lograr un objetivo a final de temporada que pueda coronar la campaña y que ni mucho menos es un imposible teniendo en cuenta los acontecimientos de las últimas temporadas.
En el playoff, la clasificación solo contará para la ventaja de campo en las eliminatorias y el privilegio en caso de empate total, ya que los penaltis se eliminaron del formato para desempatar tras la primera edición y siempre conseguirá el billete en caso de empate en la eliminatoria el que haya quedado por encima en la liga regular. Pero esa ventaja no traspasa más barreras y sí lo harán el estado emocional y físico de los clubes que lleguen a dicho tramo final de la campaña.
Un camino en el que primero y segundo clasificado serán los únicos que tendrán su billete asegurado hacia la Primera División. El resto ya sabe que ser el mejor de los 20 de la liga no asegura una plaza en la máxima categoría.