La falta de gol frustra una oportunidad única

Desde el tanto de Amanda Sampedro en el primer partido de la fase de grupos ante Portugal, hasta el penalti fallado por Silvia Meseguer en la fatídica tanda que resolvió el cruce de cuartos de final de la Eurocopa de fútbol femenino a favor de Austria, transcurrieron 348 minutos.Casi seis horas de juego en los que la selección española no celebró ni un solo gol. Se quedó a cero ante Inglaterra (0-2) y ante Escocia (0-1) y si esquivó la eliminación, dado el triple empate a puntos con los combinados luso y escocés, fue por la diferencia de goles.
La renta (2-0) obtenida en el estreno ante Portugal resultó determinante para que el conjunto dirigido por Jorge Vilda se reuniera con los ocho mejores equipos en cuartos de final.
Aún cumplido el primer objetivo, las dificultades para generar oportunidades de gol advirtieron, principalmente, de dos carencias.
Faltaba profundidad y remate para validar el alto porcentaje de posesión acumulado en los dos últimos compromisos de la fase de grupos. Corregir la falta de gol que apocó el rendimiento colectivo se convirtió, por tanto, en un imperativo para el choque ante Austria.
"En la fase de grupos nos ha faltado acierto", reconoció Vilda en la rueda de prensa previa al encuentro que precipitó el adiós. "Pero esperamos tenerlo en cuartos de final", deseó.
La solidez defensiva del cuadro austríaco lo impidió.
La entrada en el once titular de Mari Paz Vilas y Bárbara Latorre, en detrimento de Alexia Putellas y Jenni Hermoso -máxima realizadora de la Liga Iberdrola con 35 goles-, no varió la estadística ofensiva de la selección española.
La sequía se mantuvo durante los 90 minutos y se alargó durante los 30 adicionales de la prórroga, ya con las barcelonistas sobre el césped en Tilburgo.
En la tanda de penaltis, la portera Manuela Zinsberger motivó la gesta de la 'Cenicienta'. Detuvo el lanzamiento de la colchonera Silvia Meseguer y condujo a semifinales a la selección austríaca, número 14 en el ránking UEFA y debutante en un certamen continental.
"Se acabó", asumió la central Irene Paredes, derrotada en las finales de la Liga de Campeones y de la Copa de Francia de la misma manera, en los penaltis. "La Eurocopa no ha tenido el final que nos hubiese gustado", se sumó la delantera Olga García.
Inglaterra, Holanda, Dinamarca y Austria se repartirán las dos plazas vacantes en la final del 6 de agosto.
A una de ellas no aspira la selección española tras desaprovechar una oportunidad única, dada la precipitada eliminación de las dos principales potencias, Francia y Alemania.
"Teníamos una gran ocasión", admitió Jorge Vilda. "Pero el equipo lo ha intentado todo y esa tranquilidad nos queda", dijo.
El seleccionador concedió a las 23 convocadas "un aprobado".
"Ganamos a Portugal. No era nada fácil, a todos los equipos les cuesta mucho. A Inglaterra le plantamos cara y ellas aspiran a ser campeonas de Europa. Y ante Escocia no conseguimos ganar haciendo buen juego y creando ocasiones. Ante Austria, el equipo ha estado bien, nos ha faltado un poco de velocidad pero sí hemos creado ocasiones a un rival muy fuerte", analizó.
Las jugadoras, afirmó el técnico, lo intentaron "todo" para estar en semifinales. "No pongo ni un pero a ninguna", remarcó.
"Hemos tirado desde fuera, con centros diagonales y hemos estado bien en defensa. No era fácil defenderlas. Nos ha faltado una vez más el acierto de cara al gol", sentenció.
Los dos únicos tantos que celebró la selección española los rubricaron en el debut dos centrocampistas: Vicky Losada y Amanda Sampedro. Entre la nómina de atacantes no estuvieron las dos máximas realizadoras de la fase de clasificación -Vero Boquete y Sonia Bermúdez- y La Roja se quedó sin gol.
Ni Jenni Hermoso, ni Mari Paz Vilas, ni Mariona Caldentey, ni Bárbara Latorre, ni Olga García vieron puerta. Esther González, por su parte, ni siquiera dispuso de minutos.