Un año del gran día de Portugal

Este lunes se cumple un año del gran triunfo de Portugal en la Eurocopa de Francia 2016, el único título en la historia lusa, conseguido después de vencer en la final a la anfitriona con un tanto de Éder.

 
'As Quinas' llegaron a Francia lejos del favoritismo, con un equipo preparado para acceder a la fase eliminatoria y realizar un buen papel, pero lejos de las candidaturas de bloques mucho más potentes como Alemania, Francia o España. Más aún recordando el papel en el Mundial de 2014, eliminados por Alemania y Estados Unidos en la primera fase.
En la convocatoria de Fernando Santos destacaba por encima de todos Cristiano Ronaldo. El crack de Madeira buscaba ese ansiado título con su país que se escapó 12 años antes al perder la final de Lisboa ante Grecia, una espina que aún no se habían podido quitar en el país vecino. Junto a él, veteranos como Nani, Quaresma, Moutinho o Pepe en un equipo experimentado.
La primera fase fue un calvario para Portugal, aunque finalmente conseguirían firmar el pase a octavos gracias a que los mejores terceros tenían acceso a la siguiente ronda. Tres partidos sin ser capaces de conseguir una victoria, con empates ante Islandia, Austria y Hungría, salvando la papeleta gracias a los resultados en otros partidos.
En octavos se enfrentaron a Croacia, una de las revelaciones de la primera fase, y un tanto de Quaresma a puerta vacía cuando todo parecía encaminado a los penaltis le dio un sorprendente pase a los de Santos. No se libraron de la tanda fatídica ante Polonia en cuartos, aunque la parada de Rui Patricio sobre Blaszczykowski puso a Portugal en semifinales, donde esperaba Gales.
La revelación del torneo no pudo hacer nada ante la mayor experiencia de los portugueses, y Cristiano superó a su compañero Bale en el duelo individual llevando a los lusos a la segunda final de su historia.
Allí esperaba Francia, la anfitriona y gran favorita, pero ya Portugal no tenía nada que perder. Para hacerlo todo aún más complicado, Cristiano Ronaldo caía lesionado antes de la media hora de partido, llevando a todo un país a esperar un milagro para conquistar el título. Y llegó, de la forma más inesperada, con un zapatazo del actor secundario Éder para batir a Lloris y llevar el delirio a Portugal.