Guardiola, al borde del sexto descalabro europeo consecutivo

Los cuartos de final de la Champions League han dejado en sus partidos de ida resultados abultados en su mayoría. Uno de ellos fue el que consiguió el Liverpool en Anfield a costa del Manchester City de Pep Guardiola (3-0). Los del técnico catalán se quedan a las puertas de la eliminación tras el contundente marcador lo que significaría una nueva decepción para el preparador en la máxima competición europea de clubes, que no ha sido capaz de triunfar en este torneo desde que abandonara la disciplina del Barcelona. 

Y es que el de Santpedor no ha alcanzado la final desde que alzara el trofeo con la entidad azulgrana en la 2010/11, su penúltima campaña a los mandos del equipo catalán. 
Desde entonces se ha estrellado una y otra vez y, tras el resultado del pasado miércoles, se queda a las puertas de un nuevo fiasco europeo. 
La pasada campaña, su primera dirigiendo la nave 'citizen', se quedó en octavos, y en esta ocasión, tras apalizar al Basilea en la anterior ronda, se presentó en cuartos de final arrasando en la Premier ante un rival de su misma liga que, a pesar de haber sido de los pocos equipos capaces de haberlos derrotado, se postulaba como equipo inferior a los de Guardiola. Los pronósticos quedaron destrozados apenas media hora después de que echara a rodar el balón y la desventaja con la que finalizó el encuentro no invita al optimismo. Se trataría del sexto fracaso consecutivo del técnico en la Champions. 
Antes de aterrizar en el Manchester City se quedó por tres años consecutivos a las puerta de la final dirigiendo al Bayern de Múnich y cayendo eliminado en las semifinales lo que, según los expertos, rompió a relación del técnico con el equipo alemán, que durante su periplo en el banquillo, arrasó en la Bundesliga. 
El próximo martes, Guardiola deberá de hacer callar a los críticos y, sin dejar de lado el alabado juego que practican sus jugadores, lograr la machada y darle la vuelta al resultado adverso de la ida para plantarse de nuevo en unas semifinales que se le han puesto demasiado caras.