Guardado y Pizarro, la tricolor mexicana vuelve a Sevilla

La llegada al Real Betis del internacional Andrés Guardado y al Sevilla de Guido Pizarro hará que la bandera tricolor mexicana vuelva a tener representación futbolística en la capital andaluza tras el paso por el club sevillista de su compatriota Gerardo Torrado hace ahora quince años.Guardado, internacional con México en 136 ocasiones; y Pizarro, italoargentino y nacionalizado mexicano hace ahora dos años, han tomado el relevo del único jugador de esa nacionalidad que ha militado en los equipos sevillanos, el mundialista Torrado, quien fichó en 2002 por el Sevilla y dejó una estela de calidad y entrega en su mediocampo hasta que en 2005 fue traspasado al Racing de Santander.
Pizarro llegó ayer a Sevilla para firmar su compromiso con el club sevillista y lo hizo tras ser despedido de manera muy calurosa en Monterrey, donde los hinchas del CF Tigres, en el que ha militado desde 2013, se congregaron en masa en el aeropuerto para decir adiós a uno de sus símbolos, quien fue recibido también en Sevilla por una aficionada con la camiseta de ese club.
Desde la salida de Torrado, ningún futbolista mexicano hasta Pizarro, llamado 'el Conde', ha vuelto a militar en el Sevilla, aunque sí sonó con fuerza el fichaje de Giovanni Dos Santos en la época en la que Marcelino García Toral, actual entrenador del Valencia, fue técnico sevillista.
Cuando Torrado, de 38 años, apura sus últimos años en activo en el Indy Eleven de Indianápolis, otro emblema de México ha llegado a Sevilla como clave en el centro del campo del equipo que actualmente ensambla el entrenador del Betis, Quique Setién, quien lo ha reclamado como hombre clave en su juego.
Guardado (Guadalajara, 28 de septiembre de 1986), procedente del PSV Eindhoven holandés, se ha comprometido con la entidad verdiblanca hasta 2020 y, con ello, ha vuelto a la Liga española, a la que llegó en 2007 al Deportivo de La Coruña y en la que también jugó posteriormente en el Valencia antes de fichar por el Bayer Leverkussen alemán.
Andrés Guardado, quien ha disputado tres Mundiales con la selección de México, destacó en su presentación que se ha decantado por el club bético por la ambición de su proyecto y porque quería "regresar a un nivel de competencia más alto que el que tenía en el PSV, con todo el respeto y agradecimiento" a ese equipo.
"Quiero estar al máximo nivel que pueda. Como ya saben, voy a por mi cuarto Mundial y quiero estar a buen nivel. ¿Qué mejor que hacerlo en la mejor liga del mundo? El Betis me lo ofreció y por eso estoy aquí"", subrayó el mediocampista mexicano.
La vinculación bética con México tiene también un hito en el hecho de que una de las leyendas verdiblancas, Serafín Aedo, defensa internacional y componente del equipo que ganó el título de Liga en 1935, se exilió tras la Guerra Civil española (1936-1939) a este país, donde jugó en el CD Euzkadi y en el RC España y en cuya capital murió en 1988.