Los Óscar del fútbol

Este 27 de Febrero la Academia de Cine de Hollywood concederá los prestigiosos premios Óscar para reconocer la excelencia de los distintos profesionales de la industria del cine, incluyendo directores, actores o peliculas, entre otras. En ElDesmarque hemos decidido trasladar estos premios al mundo del fútbol. Así, consideramos que éstos han sido los grandes triunfadores del deporte rey durante este año 2016 repleto de hazañas e historias que quedarán para el recuerdo.


El principal protagonista del año futbolístico es, sin lugar a dudas, Cristiano Ronaldo. El crack portugués fue el actor principal de una temporada para enmarcar. Ganó los dos títulos internacionales más importantes: la Champions League con el Real Madrid y la Eurocopa con Portugal. Gracias a ello fue galardonado con su cuarto Balón de Oro y con el Premio "The Best", que se entregó por primera vez sustituyendo al antiguo FIFA World Player. En ambos trofeos superó con claridad a Leo Messi y a Antoine Griezzman, segundo y tercero respectivamente.
Cómo el mismo reconoció, se trata del mejor año de su carrera. 55 goles durante la temporada lo reflejan. Fue el autor del penalti decisivo en la final de la Champions de San Siro frente al Real Madrid dónde, a pesar de terminar muy "tocado" fisicamente, se le vio visiblemente emocionado cuando levantó la tercera "Orejona" en su cuenta particular.
Una semanas más tarde tendría un reto aún mayor, conseguir para su país la primera Eurocopa de su historia, algo que llevaban persiguiendo mucho tiempo. A pesar de no ser una de las principales favoritas, la selección portuguesa, de la mano del portugués, acabó plantándose en la final. Enfrente tenía al anfitrión del torneo y a la que todos daban como vencedora. Al inicio del encuentro, Cristiano se lesionó y tuvo que ver el encuentro desde el banquillo. Incluso se le vio dar órdenes junto a su seleccionador, Fernando Santos. A pesar de no participar en la final, su influencia y protagonismo durante la fase de grupos y las eliminatorias fue indudable, siendo nombrado mejor jugador de esa Eurocopa.


Los Juegos Olímpicos de Río tuvo una clara protagonista en cuanto al fútbol femenino se refiere. Fue Melanie Behringer, la delantera germana que guió a la selección femenina de Alemania a colgarse la medalla de oro olímpica. Sus 5 goles y su gran rendimiento en el terreno de juego, a pesar de que se trata de una jugadora veterana (31 años), fueron los principales culpables del triunfo germano. Por si fuera poco, su figura también fue clave para ganar la Bundesliga femenina con el Bayern de Munich.
Sin duda, una año repleto de éxitos para Melanie, que a pesar de ello, no consiguió hacerse con el premio a mejor jugadora "The Best" que otorga la FIFA, quedando en segundo lugar tras la triunfadora Carli Lloyd.


Ni los más optimistas del lugar podían creerse que el fichaje de Ranieri por el Leicester City se convirtiría en una de las mejores decisiones, sino la mejor, que el modesto club inglés había tomado en toda su larga historia. Contra todo pronóstico, el técnico italiano, que apenas había logrado triunfos allá por donde había ido, guió al Leicester a proclamarse vencedor de la Premier League. Ni Chelsea, ni Manchester United, ni Manchester City... pudieron contra la fe y la resistencia que los "zorros", como se le conocen en Inglaterra, mostraron durante todo el curso.
El estilo de Ranieri era muy reconocible. Su Leicester era un equipo muy fuerte físicamente, con una clara vocación defensiva y que explotaba el arte del contraataque como nadie. Su "milagro", como fue denominado por la prensa, dio la vuelta a todo el mundo. Un equipo que partía en principio con el objetivo de no descender fue capaz de proclamarse campeón de una liga tan competitiva como la inglesa. La FIFA le otorgó el premio "The Best" como mejor entrenador del año 2016 a Claudio Ranieri con todo merecimiento, superando a Fernando Santos y a Zinedine Zidane en la votación.


Empezó la Eurocopa de Francia y prácticamente nadie podía imaginar que Portugal acabaría levantando su primer gran título internacional. Sólo ganó uno de sus siete partidos durante los 90 minutos, y la mayoría de ellos sufrió una barbaridad a pesar de tener unos cruces bastante asequibles (Croacia, Polonia y Gales). Su fútbol no enamoraba a muchos, pero esa resistencia a darse por vencido hasta el final le llevó a plantarse en la gran final de Saint-Denis frente al anfitrión y gran favorito del torneo, Francia
Cuando Cristiano Ronaldo, su gran estrella, se lesionó en los primeros minutos del duelo, todo el mundo creía que Francia se pasearía y se llevaría llevando la Copa. Sin embargo, Portugal, al igual que hizo en otros partidos, acabó superando las adversidades y logró su primer entorchado para felicidad de un país que, unos años antes, concretamente en 2004, ya había sufrido la desilusión de perder la Eurocopa en su propio país frente a Grecia.


No hay mejor guion para una película que la que protagonizó el Leicester, que protagonizó una de las mayores gestas del fútbol inglés y europeo, tratándose de un equipo con un potencial económico muy limitado comparado con los grandes clubes ingleses. Además no necesitó llegar a la última jornada para ser campeón, sino que le sobraron hasta tres partidos. La derrota del Tottenham, su gran perseguidor, frente al Chelsea dio el título a los de Ranieri, que se enteraron por televisión de que habían ganado la Premier League.
Una plantilla de jugadores desconocidos para el gran público que, con el paso de las jornadas, fue creyéndoselo cada vez más, a pesar de que los críticos y los expertos del fútbol inglés pensaran que no aguantarían el ritmo hasta el final. Mahrez, Vardy, Kanté fueron algunas de las claves de un equipo prácticamente impenetrable defensivamente que explotaba la velocidad de sus puntas como nadie. Apenas tenía posesión durante los partidos. No le hacía falta. Su gran virtud era el contraataque y para ello contaba con auténticos velocistas que explotaban el espacio como nadie.
Leicester, una ciudad de 330.000 habitantes, pudo comprobar que los sueños, a veces, pueden convertirse en realidad.


La Eurocopa de Francia no destacó, principalmente, por el buen fútbol de las respectivas selecciones por lo que muchas veces era mejor mirar a la grada que a lo que ocurría dentro del terreno de juego. Y, seguramente, la afición islandesa no dejó indiferente a nadie. Su selección, Islandia, fue la gran revelación del torneo y llegó hasta cuartos de final tras eliminar a Inglaterra. La selección islandesa estuvo acompañada en todo el momento por sus aficionados que dejaron para el recuerdo una increible coreografía que se completa con una sinfonía de palmas acompasadas conocida como la "haka nórdica" que retumbó en todo el estadio.
El "grito vikingo", como se le conoció en el momento, estuvo presente en todos los estadios donde Islandia jugaba, incluso las aficiones rivales llegarón a copiarlo por lo novedoso del gesto. Incluso una vez que fue eliminada de manera contundente frente a Francia, los islandeses no dejaron sólo a su selección, despidiéndolos como auténticos héroes hasta que volvieron a su país.


Se presentaba una temporada ilusionante para el Villarreal, clasificado para la Champions League tras una gran temporada. Sin embargo, un hecho insólito acabó por hechar todo abajo. Marcelino García Toral, el técnico del equipo amarillo, dejaba el equipo amarillo a unos días de disputar la prevía de la Champions ante el Mónaco. La mala relación con parte del vestuario, como se veía apuntando unas semanas antes y, concretamente, una fuerte discusión con Mussachio fue el detonante definitivo.
La relación entre los futbolistas y Marcelino estaban totalmente rotas, por lo que al final el presidente Roig tuvo que elegir y liquidaron al técnico. Fran Escribá fue su sustituto. Además, Soldado, uno de los jugadores más importantes del equipo caía lesionado y se perdía gran parte de la temporada. La eliminatoria contra el Mónaco para acceder a la fase de grupos de la Champions parecía un reto mayúsculo para todo lo que había pasado la entidad los últimos días. Y, al final, los pronósticos se cumplieron. Los franceses ganaron 1-2 en el Madrigal con una gran superioridad y, unos días más tarde, confirmaba la eliminación del Villarreal ganando 1-0.
El paso del "submarino amarillo" por la Champions League fue bastante corta.


Cuatro finales perdidas con Argentina fueron demasiado para Leo Messi. Tras perder la segunda final consecutiva de Copa América frente a Chile, el crack argentino acabó llorando desconsoladamente sobre el cesped. Otra vez, al igual que ocurriera un año antes, la tanda de penalti marcaría cual de las dos selecciones se proclamaría vencedora. Messi asumió la responsabilidad y lanzó uno de ellos, pero se marchó bastante desviado. Se mordía la camiseta de rabia el argentino, que veía como Argentina se quedaba otra vez a las puertas de la gloria.
Sus lágrimas tras el encuentro dieron la vuelta al mundo. Por si fuera pocos, unos minutos después, anunciaba frente a la prensa su renuncia a la selección, impotente y desesperado tras el enésimo fracaso de la albiceleste.


Uno de los goles del año ha sido el del jugador malayo Mohd Faiz Subri. Su increible lanzamiento de falta directa un 16 de febrero dio la vuelta la mundo y le hizo proclamarse vencedor del premio Puskas al mejor gol del año. Los efectos que dio el balón durante su trayectoria a la porteria rival parecen inexplicables si no lo ves con tus propios ojos. El portero rival no daba crédito cuando el balón iba dirigido, en un principio a su escuadra derecha y acabó entrando por el lado contrario de su portería.
Cuando Mohd Faiz subió al escenario a recoger el premio Puskas apenas daba crédito, superado por la situación y poco acostumbrados a los focos. No esperaba ser nombrado ganador y, cuando fue a leer el discurso en su móvil, se puso tan nervioso que no encontraba las palabras. El fútbol también tiene estas cosas. Un futbolista, desconocido el público, se encontraba por delante de las grandes estrellas del fútbol gracias al impresionante efecto de su falta directa.


Su nombre es Ederzito Antonio Macedo Lopes. Nació en Guinea-Bissau el 22 de Diciembre de 1987 y, antes de la Eurocopa de Francia del pasado verano, muy pocos aficionados lo conocían. Sin embargo, permanecerá para siempre en la memoria de los portugueses tras marcar el gol con el que Portugal ganaría su primer título internacional en el minuto 109 de la prórroga. Todo el mundo esperaba que ese honor recaería en Cristiano Ronaldo, Nani o Quaresma. Sin embargo fue este delantero potente, sin demasiada técnica, el que apareció en el momento preciso de uno de los partidos más importantes de la historia de Portugal.
Fue duramente citicado por su propia afición, que no entendida como un jugador que había marcado tan sólo 3 goles en 28 partidos durante toda la temporada con el Lille podía competir con los grandes delanteros del combinado portugués. Al final, el fútbol tiene estas historias, donde hasta un actor secundario se convierte en el principal protagonista.


A pesar de haber sido galardonada con el premio "The Best" que otorga la FIFA a la mejor jugadora del año, donde superó incluso a Melanie Behringer, Carli Lloyd tendrá para siempre la espina clavada de los pasados Juegos Olímpicos de Río. Allí, su selección, Estados Unidos, no paso de cuartos de final y se fue a casa antes de tiempo a pesar del gran papel de su capitana. Brasil fue quien tuvo la culpa de ello, quien, apoyada por el público carioca que llenó el estadio logro tumbar a las americanas.
El papel de Carli Lloyd no se restringe sólo al terreno de juego, sino fuera de él tiene un peso muy importante liderando la cruzada para que la Federación Estadounidense de Fútbol (USTA) iguale las dietas de hombres y mujeres. De esta manera busca que ambas selecciones nortamericanas de fútbol (masculina y femenina) tengan los mismos privilegios económicos.