Iñaki De Miguel:"Hecho de menos el baloncesto, quiero ser entrenador"
Iñaki de Miguel (Madrid, 1973) es con 2.05 metros, el pívot entre los 400 participantes de la Titan Desert. Se le ve de lejos al exjugador del Estudiantes, Unicaja, Real Madrid y Olympiakos, entre otros equipos. Una lesión de rodilla le apartó de las canchas a los 38 años, de ahí que empezara a montar en bicicleta. En el Sáhara supera el sufrimiento mientras se forma como entrenador de baloncesto.Carlos de Torres
"Una lesión de menisco me retiró en 2012. Hubiera seguido jugando, pero resultó imposible. La rodilla me duele habitualmente, por eso practico bicicleta de montaña, aunque no mucho, tan solo una vez o dos a la semana, y complemento con spinning", dice De Miguel en la enorme jaima que alberga al pelotón.
El medallista de plata con España en el Europeo de 1999 tras frenar a la Lituania de Arvidas Sabonis y a Francia antes de perder la final frente a Italia, admite que no se ha presentado a la Titan con la preparación adecuada, pero la experiencia del año pasado le enganchó, así que se incrustó en el equipo "Freno al ictus", junto al actor Dani Rovira.
En la segunda etapa, el "biker" más visible, con sus 115 kilos de peso, llegó el último a la meta de Ifrane. Un día aciago, de sufrimiento, pero al menos logró cruzar la línea dentro del tiempo estipulado.
"Primero rompí dos radios y luego el cuadro. Casi me retiro, pero me resistí a ello. Sufrí mucho, pero es un sufrimiento buscado, que luego cuando acabas se transforma en una enorme satisfacción", explica el exjugador de la cantera estudiantil, club en el que militó 8 temporadas antes de emigrar al Olympiakos griego.
De Miguel llegó a quedarse solo en medio en los parajes de montaña del Medio Atlas, se vio envuelto en la más absoluta soledad, pero, ¿quién dijo miedo? "Viví la soledad con tranquilidad, pero ya conocía esa sensación del año pasado. Trato de controlar los tiempos para llegar y nada más".
Casado y con 3 hijos, trabaja en la Concejalía de Deportes de Las Rozas. A diferencia del exfutbolista del Atlético de Madrid Roberto Solozábal, también en el pelotón de la Titan, De Miguel sí echa de menos el baloncesto, aunque pasó al principio por fases diferentes.
"Al principio no eché de menos las canchas, ahora sí, el vivir el día a día y la competición. Me veo como entrenador en un club, y para eso me estoy formando. Hay que aprender muchas cosas, a transmitir ideas, a manejar grupos. Tengo el titulo superior de entrenador y estoy explorando. Quiero saber si valgo o no", explica De Miguel durante la jornada de descanso de la Titan en Errachidia.
Seguidor del Estudiantes, el exjugador internacional admite que sufre tanto en las sendas de la Titan Desert como en la grada del Palacio de los Deportes cuando juega el Estudiantes, sobre todo este año de vacas flacas. "La diferencia", aclara, "es que aquí sufro 10 horas y en el baloncesto solo dos".
La Titan entra este miércoles en su terreno natural tras dos días de montaña. Hay que afrontar zonas de orientación con GPS, tramos de bancos de arena y dunas interminables. No es el mejor terreno para un corredor de 2.05 metros y 115 kilos.
"Sé que me espera más sufrimiento. A mí me cuesta mucho más que a los demás. La bici se te queda clavada en la arena y en la duna tocará pasarlas andando, como todos", explica De Miguel.
Lo que tiene claro antes de entrar en terreno tan exigente es que el equipo no le dejará solo, y que podrá contar con el apoyo de cualquier participante.
"Si no hay señalización siempre vamos juntos unos cuantos del equipo, y ante cualquier problema es increíble cómo nos ayudamos entre todos. Si pinchas se paran varios para echarte una mano", dice.
"Algo tendrá la Titan cuando vuelves". Lo dice Iñaki De Miguel, el tipo más grande de la carrera. Y el más alto.
