La versión más ofensiva de Ibaka

El ala-pívot hispano congoleño Serge Ibaka volvió a ser el líder del ataque de los Magic de Orlando con una brillante actuación individual que no sirvió para evitar la derrota de su equipo, lo que calificó como algo que "no sirve".

"Sin la victoria no sirve nada", declaró a EFE Ibaka después de haber conseguido 28 puntos en el partido que los Magic perdieron por 128-104 ante los Rockets de Houston. "Hubiese estado bien si llegamos a conseguir la victoria".
Ibaka se ha ganado la confianza del entrenador Frank Vogel para que pueda ser la primera opción ofensiva gracias a los progresos que ha logrado con sus tiros a canasta, especialmente en los que hace iros desde fuera del perímetro, algo que Ibaka consideró que no tiene más secreto que el trabajo.
"No hay ningún secreto, es el trabajo", subrayó Ibaka, que admitió no había hecho ningún cambio especial en la manera como ha entrenado siempre e insistió que era el trabajo duro de cada jornada. "Tampoco hay alguna clave, es el trabajo de cada día, cada día, sin descansar".
Ibaka admitió que la situación en Orlando no es la deseada, en parte porque el equipo no gana y eso hace que los jugadores se sientan preocupados porque están convencidos que son mucho mejor que lo que muestra las estadísticas.
"La situación es difícil porque no estamos ganando y todavía estamos buscando el camino para conseguirlo", señaló Ibaka, que logró la segunda mejor anotación en lo que va de temporada después de haber anotado ya 29 tantos.
Pero el jugador internacional admitió que disfruta tanto el juego defensivo como ofensivo y de ahí que trabaje duro para competir a ambos lados del campo bajo los aros.
"Siempre intento trabajar los dos, hacer 50 en ataque y 50 en defensa", explico Ibaka, que como el resto de los compañeros no saben el por qué de la inconsistencia que tienen en su rendimiento como equipo.
"No sé lo que sucede, la verdad que, hay partidos que vamos bien y luego es difícil mantener el mismo ritmo", admitió Ibaka, que a pesar del mal momento no tiene dudas que va a mejorar, dado que se han producido muchas novedades dentro de la plantilla.
Ibaka se mostró esperanzado que el cambio iba a llegar para bien porque formaba parte de un ciclo de reconstrucción.
"El equipo va a mejorar, tenemos nuevos compañeros, entrenador y todo eso, pero estoy convencido que vamos a ir a más", reiteró Ibaka, que dijo no sentirse afectado en el aspecto personal por lo que sucede en el campo o el equipo en el que milita.
Convertido en una de las grandes sorpresas del verano al ser traspasado por los Thunder de Oklahoma City, Ibaka sólo quiere hablar del futuro y de como ve el cada día.
"Sentirse feliz es cuando te levantas cada día por la mañana, y aunque hay jornadas que no se dan las victorias, pero el hecho de levantarte por la mañana ya es bendición, entonces estoy feliz por esa realidad", agregó Ibaka.