Artacho deja la selección "feliz" y con el recuerdo de la plata de Río

El cordobés José Manuel Artacho, que esta semana ha dejado de ser el seleccionador español masculino de baloncesto en silla de ruedas, afirmó que se marcha "feliz y orgulloso" con el recuerdo de la medalla de plata lograda en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.Artacho declaró a Efe que a los Juegos de Río llegaron con "un grupo joven, que dio un salto de calidad que permitió llegar a la final", lo que fue "todo un éxito para el baloncesto en silla" de España y que, en su opinión, "no tuvo la repercusión deseada".
El exseleccionador nacional aclaró que su salida del combinado español no ha sido por decisión propia, puesto que él no ha "renunciado a la selección, sino que fue la comisión la que decidió que no continuara".
"Lo hicieron por el bien del grupo y, aunque no me guste, hay que asumirlo", explicó el técnico cordobés, de 39 años y para quien 2017 fue "un año postparalímpico complicado" porque, "tras la sobrecarga de Río, con 64 días de preparación fuera de casa, había que afrontar el Europeo" como anfitriones en Adeje (Tenerife).
Añadió que España afrontó este campeonato "con grandes expectativas" tras la plata de Río, pero "a veces es más complicado de lo que parece", y afirmó que, a pesar de la quinta plaza final, "se cumplió el objetivo principal", que era clasificarse para el Mundial de Hamburgo (Alemania) en 2018.
"Tuve la oportunidad de completar casi un ciclo completo. Me hubiera gustado estar en el Mundial, pero no ha podido ser", lamentó Artacho.
Reiteró que "la gente no es realmente consciente de la dificultad que entrañó lograr una medalla paralímpica por la alta profesionalización que se vive en el baloncesto en silla ruedas en los últimos años", por lo que cree que "con el paso del tiempo se verá la envergadura de ese éxito".
Artacho cierra así un ciclo de tres temporadas al frente del banquillo de la selección española masculina, que comenzó con el quinto puesto del Europeo de Worcester (Reino Unido) en 2015, además de formar parte con anterioridad del cuerpo técnico de todos los equipos nacionales de baloncesto en silla de ruedas, tanto con el femenino (quinto puesto en los Europeos de Nazaret 2011 y Fráncfort 2013) como con el sub-22 (séptimo en el Europeo de Zaragoza 2014).
El técnico cordobés seguirá ahora con su labor en el Ilunion madrileño, con el que ha hecho historia las dos últimas temporadas al lograr sendos tripletes (Copa de Campeones, Liga y Copa del Rey), un éxito sin precedentes en el baloncesto en silla de ruedas.