Guillermo Alcalá, savia nueva para el esprint español

El español más rápido de la temporada al aire libre reúne características cada vez más frecuentes en el atletismo español: joven, competitivo, sin complejos y estudiante en una universidad de los Estados Unidos.José Antonio Diego
No se trata de Bruno Hortelano, el campeón de Europa de 200 metros, que continúa luchando en el gimnasio y en la pista por volver a ser quien era, después del accidente de coche que en septiembre pasado estuvo a punto de costarle una mano.
El líder actual del ránking español absoluto de 100 metros es un marbellí de 19 años, Guillermo Alcalá Rendón, que milita en el club UMA Cueva de Nerja y ha cursado este año segundo de Empresariales en la universidad Mount Olive de Carolina del Norte.
"Este año he pegado un salto a otro nivel. En agosto empezaré el tercer curso, pero ya en la Universidad Grand Canyon de Arizona, que me ha fichado para competir en el nivel 1. Me lo pagan todo, con la única excepción de los vuelos a España. Es una de las universidades más importantes del país en materia de atletismo. En el equipo hay tres velocistas por debajo de 10.40", comentó a EFE el malagueño, líder de la lista española de 100 metros con un tiempo de 10.47.
Alcalá pertenece al tipo de velocista alto y fuerte: mide 1,86 y pesa 80 kilos. Su talón de aquiles, por tanto, radica en la primera fase de la carrera, la puesta en acción desde los tacos. "La salida es lo que peor se me da. Los pequeños salen como un tiro y me sacan un poco de ventaja, pero cuando me levanto me los llevo", explica.
Carece de antecedentes familiares en el mundo del deporte. De hecho no practicó ninguno hasta los 16 años, cuando un amigo que hacía atletismo le animó a visitar el grupo de entrenamiento cuando cursaba cuarto de la ESO.
"Lo típico. Yo era el más rápido de la clase y decidí probar. No había hecho nada hasta entonces, pero poco a poco me fui motivando. Me dieron a elegir entre saltos, fondo y velocidad, pero esto último era, sin duda, lo que más me llamaba", recuerda.
Alcalá se mira en el espejo de Bruno Hortelano, plusmarquista español de 100 y 200 metros, que procede, como él, del atletismo universitario estadounidense, que proporciona a los jóvenes deportistas instalaciones, cuidados técnicos y profesionalidad.
"Bruno es un fenómeno, ha abierto la velocidad española al mundo. Nunca he coincidido con él pero es un atleta impresionante", dice.
Alcalá no piensa en un futuro demasiado lejano. "Seguiré en Estados Unidos hasta acabar los dos cursos que me quedan. Si me veo con posibilidades de cumplir mi sueño de ir a unos Juegos Olímpicos, seguiré entrenando. Será el atletismo el que me ponga en mi sitio".
"Este año he conseguido unos tiempos que no me esperaba. Las previsiones eran estar en 10.60 o así, pero a base de trabajo y entrenamiento ha salido esa marca de 10.47 (conseguida en Durham, Estados Unidos, el 21 de abril pasado). No me esperaba estar líder español absoluto del año a estas alturas, un salto tan grande", reconoció.
Preguntado por sus cualidades como atleta, Alcalá señala: "Ante todo, soy competitivo, no me pongo nervioso. En competición cambio mi mente. Cuanta más expectación hay en torno a mí, mejor me siento".
Como Hortelano, considera que no tiene por qué sentirse inferior a los velocistas de raza negra: "Todos entrenamos igual de duro. Cuando me pongo en la salida, visualizo la carrera y me digo: ahora tengo que darlo todo", afirma.
Su objetivo principal de la temporada son los Europeos de categoría promesa (sub-23) de Bydgoszcz (Polonia), que serían su debut en la selección española. Pero antes tendrá que demostrar una buena forma, como exige el Comité Técnico, en los campeonatos de España de la categoría, a primeros de julio en Torrent.
Su ídolo es Usain Bolt. "Como todo el mundo", asegura. El astro jamaicano se despedirá en agosto próximo, en los Mundiales de Londres. "Será un palo gordo para el atletismo. Me hubiera gustado correr junto a él. En España admiro también a Ángel David Rodríguez, que el sábado pasado creí que me quitaba en Salamanca el primer puesto del ránking". El madrileño corrió los 100 metros en 10.12 pero con viento ilegal de 3,5 metros por segundo, por lo que el crono no es homologable.
Alcalá es el único velocista español de primera fila que luce una larga melena. No le importa que la abundante cabellera le pueda restar alguna centésima en el reloj de meta: "De momento voy a seguir con la melena, me ha ido bien con ella", concluyó.